viernes, 9 de julio de 2010

Las emociones que no entiendo



Estoy sentada en mi cama, luego de beber algo en el bar del frente, y quizás hoy sea de esos días en que estoy más sensible de lo acostumbrado... te echo de menos irremediablemente, me muero de ganas por besarte y por saber como es tu olor, tu sonrisa, que gestos tienes... me siento frustrada y amargada también, porque para ti todo es mas sencillo, tu vas a tu ritmo, en cambio yo quiero correr, si correr hasta encontrarme con tus pasos, caminar a tu lado y estar junto a ti, besarte aunque eso ya lo he dicho porque antes de acostarme te imagino a mi lado y mis labios vuelan hacia los tuyos altos y distantes, me quedo sin aliento y sin habla. Después despierto y me riño a mi misma de que no puedo ilusionarme con lo que no existe...Pero de nuevo apareces, con tu saludo habitual y tus palabras que me atraviesan, sabes más que nadie lo que me ocurre, porque yo ni me preocupo en ocultarlo, me muestro como un espejo aunque oculto lo que no quiero que conozcas.

Apareces, sonríes, me besas y te vas, y yo me quedo de pie ante todo esto, ante un montón de libros y papeles, cartas e ideas que tengo pero que no puedo decirte, porque mi mayor temor es perderte, que ignores mis intensiones reales y que al saberlas te alejes de mí. Soy una cobarde, pero ¿quien quiere ser valiente para morir primero?

Lo más divertido es fingir, hacer que no pasa nada, cuando lo que me provoca es agarrarte y decirte cuatro cosas bien dichas, sin ningún remordimiento, después darme media vuelta e irme, para después detenerme a ver si vas detrás de mi a buscarme... a la final ¿sabes que pasará? creo que nada, y prefiero dejarlo así, en la incertidumbre, porque sin querer me empujas a esta situación de agobio en que no soy dueña ni siquiera de lo que quiero, esta es la razón de mis días en que más te odio y te quiero a la vez, formas parte de mi imaginación, del ser perfecto que no existe y que se burla de mi. .